Analitics

sábado, 13 de octubre de 2012

Disiento de Arcadio Espada

Normalmente me parece bastante adecuado lo que suele escribir el señor autodenominado Arcadi Espada. Su posición denunciando habitualmente las mentiras del nazionalismo imperialista catalán suelen estar cargadas de lógica y sensatez. Aunque para ser totalmente coherente debiera firmar como Arcadio Espada, ya que escribe en español. Sin embargo, pese a lo anteriormente dicho no puedo sino disentir de su artículo Referéndum en los Países Catalanes.
Para empezar no existen los países catalanes. Nunca han existido, a menos que consideremos distintos países cada una de las cuatro provincias o de las siete “lo que sea” que se han inventado con el bodrio latrocinador que llaman estatuto de autonomía y cuyo objetivo no es sino expoliar al resto de España.
Cierto es que puedo coincidir en que no es adecuado que el referéndum se limite a las cuatro provincias de la región catalana. Pero no considero que el irreal concepto de países catalanes y la extensión territorial que en su imperialismo pretende ocupar el fascismo catalán sea una medida adecuada para un referéndum de independencia.
El ámbito territorial único para un referéndum de ese calado es la nación. La Nación. Completa y así, con mayúsculas. Es decir toda España.
Según la constitución española es ese el único ámbito válido de decisión.
Y quizás muchos se sorprenderían del resultado.
Eso sí, las condiciones deben ser claras y contundentes: La independencia de Cataluña se debe circunscribir única y exclusivamente a las cuatro provincias de la región catalana. Naturalmente implicará que cesa cualquier responsabilidad económica del estado Español con la región escindida (eso incluye deuda emitida y futura, pensiones, paro, defensa, seguridad –una vez evacuado el personal de la administración del estado y durante el periodo de transición la seguridad se limitará únicamente a estos–, aduanas, inversiones, rescate bancario), pero también que todas las empresas con sede en Cataluña dejaran de ser empresas españolas y, por lo tanto, para vender en España deberán obtener un CIF español con una sede social en España para importar las mercancías liquidando el IVA en España como importaciones (lo mismo que, por ejemplo, hace Carrefour España respecto a su matriz francesa) y liquidando los beneficios de sus ventas en España como impuesto de sociedades en España. Es más esas mercancías deberán pagar, además de IVA, los aranceles que pagan los países terceros, pues por supuesto al independizarse dejará de ser de la Unión Europea.
Pero repito, señor Espada, únicamente las cuatro provincias de la región catalana. A Valencia y Baleares hagan el favor de dejarnos en paz de un vez.
Por supuesto, como el ámbito de decisión es la nación, una vez realizado el referéndum la región catalana accederá a la independencia si la mayoría de la nación española así lo decide. Con independencia (je, je, por la ironía), repito para que la frase quede unida y sea más clara: con independencia de si alguna de las provincias de la región decide que no quiere separarse de España o, incluso, de si en las cuatro provincias se dijera que no se quieren separar; si toda España dice que se separen serian expulsados.
Creame, señor Espada, en esas condiciones yo votaría por la independencia ¡Y porque se construyera un muro cerrando la frontera entre Uldecona y Vinaroz... y siguiendo toda la frontera entre Valencia y Cataluña. Largense, pero olvidense de nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No acabo de entender bien lo de Arcadio por Arcadi, más bien entiendo que es una soberana chorrada, y creo que explicarlo es igual de chorra. Al final del artículo la cosa se aclara en forma rabiosa. Resulta que simplemente Arcadi es un contrario para ti, lo cual tampoco hay que explicarlo, y eso está muy bien, pero no le cambies el nombre en base a lo rabioso. No me gusta ese final de vallas y muros

Jose Bau dijo...

Estimado don nadie que no da la cara, lo de cambiarle el nombre simplemente es una broma, o mejor dicho una ironía para poner de manifiesto lo incongruente de él y de su postura normalmente contraria al nazionalismo catalán, desde el catalán.
Reconozco que él no es el único sino que gran parte de la derecha de este país está aquejada del mismo mal que consiste en no atreverse a decir lo que quiere y decir muchas veces aquello en lo que no cree (o no debería creer para ser coherente) pero que la izquierda nazionalista disgregante les ha impuesto como "políticamente correcto" por contraponerlo a un supuestamente derechista franquismo falangista.
Lo de las vallas y muros es una imagen bastante gráfica, pero no es más que oponer al imperialismo nazi-onalista catalán lo que ellos imponen verbal y culturalmente al resto de España.
A ver si os enteráis de una vez, pues por lo airado de tu respuesta supongo que formas parte de ellos, que en Valencia ni somos, ni queremos ser catalanes.
El Señor Espada, en general, dice cosas bastante lógicas, pero en esta ocasión ha metido la pata hasta el sobaco. Nunca han existido unso paises catalanes. De hecho nunca ha existido una corona catalano-aragonesa. Solo ha existido la corona aragonesa con sus reinos de Aragon (incluyendo los condados catalanes vasallos del rey de Francia), Valencia y Baleares. Y posteriormente Napoles. Y eso es lo que les escuece: que hasta el siglo XIX con la imposición al resto de España de sus productos (protegidos frente a otros europeos mejores y más baratos) no han sido nada, y el resto Sí.